El laboratorio con acento español para el desarrollo del deporte en Catar

Jose Miguel Pascual Labrador

Jose Miguel Pascual Labrador

Doha, 11 ene (EFE).- Una vez finalizada la Copa del Mundo de fútbol y con los Mundiales de Natación en 2024, Catar tiene como objetivo de futuro albergar los Juegos Olímpicos de 2036, una carrera que supondría su quinto intento, para la cual consideran importante potenciar el desarrollo de atletas nacionales a través de un centro de alto rendimiento para jóvenes, basado en la ciencia y la tecnología y dirigido por técnicos españoles y latinoamericanos.

Situado en Doha, en un espacio superior a las 200 hectáreas junto a una de las sedes del Mundial de Qatar 2022, el Khalifa Stadium, instalaron todo lo necesario para el entrenamiento deportivo específico (fisiología, biomecánica, fisioterapia, nutrición) y una residencia para los estudiantes; además de un estadio de fútbol cubierto con capacidad para 3.650 personas, una piscina con medidas olímpicas y una pista de atletismo homologada por World Athletics, la Federación Internacional anteriormente conocida como IAAF.

El director general del centro, Iván Bravo, y el director técnico del programa de fútbol, Edorta Murua, son la máxima representación de un organigrama cuyo propósito es que este pequeño país del Medio Oriente sea “capaz de competir” al máximo nivel en diferentes disciplinas deportivas.

“No es una academia al uso, digamos didáctica en un sentido amplio, se trata de un centro de alto rendimiento donde llegan los jugadores con mayor potencial y que debemos formar para que sean capaces de representar al país en las mejores condiciones”, explicó Murua a la Agencia EFE en una entrevista.

EN EL ESPEJO DE LOS CLUBES EUROPEOS

Entre los impulsores del proyecto se encuentra el italiano Valter di Salvo, preparador físico que ha trabajado en clubes como Real Madrid, Manchester United o Lazio y que, desde 2010, dirige la parcela de preparación física de la Aspire Academy, en la que aplica un método basado en la ciencia y la tecnología.

“En el Real Madrid Tech -donde diseñó varias instalaciones de la actual ciudad deportiva madridista en Valdebebas (norte de Madrid)-, teníamos áreas dedicadas al laboratorio, aquí hemos querido dar un paso más hacia el futuro. No queríamos enviar a los futbolistas al laboratorio, sino traer al campo a los que saben de ciencia, que analicen al futbolista en la acción, en los movimientos”, argumentó a EFE.

De esta forma, por ejemplo, crearon un espacio de entrenamiento dedicado en exclusiva a la biomecánica, con medidores de fuerza, cámaras de alta resolución alrededor del campo que permiten recrear un movimiento en 3D y pantallas de 6 metros en las que los jugadores se ven en directo para corregir sus movimientos en cada ejercicio y corregir errores.

Sin embargo, los formadores tuvieron que entender la cultura del país antes de aplicar toda la tecnología en el proceso de formación, “entender sus puntos débiles y fuertes” y no replicar directamente los sistemas de trabajo que empleaban en países como Inglaterra, España o Italia.

Di Salvo ejemplificó esta situación con la comparación de anécdotas en sus primeros entrenamientos con el Manchester United y con la selección catarí.

Mientras que en su primer día como preparador físico con Álex Ferguson y el equipo inglés tuvo que detener los ejercicios porque los jugadores “se daban patadas, corrían, luchaban, saltaban” en su primer día después de vacaciones; en 2010 en el primer entrenamiento con la selección de Catar faltaron 3 jugadores.

El italiano resaltó que “a los chicos de Catar” no les gusta una forma de trabajar con muchas indicaciones sobre lo que deben hacer en cada momento, por lo que prefieren aplicar un método en el que involucran al jugador en el proceso formativo: “Les preguntamos qué necesitan, cuáles son sus puntos fuertes o qué les falta y cómo podemos trabajarlo”.

UN PROBLEMA DE FICHAS

Para el curso 2022-2023 se inscribieron en la academia 279 nuevos estudiantes, para un total de 536, que viven en un “contexto deportivo” las 24 horas del día, ya que tienen clases y entrenamientos por la mañana y por la tarde y, algunos de ellos, también se quedan a dormir en la residencia del centro.

Catar, con alrededor de 3 de millones de habitantes, de los cuales solo 300.000 son cataríes, dispone de unas 6.000 fichas federativas de fútbol masculino, lo que supone “un problema a la hora de elegir” respecto a otros países como España, donde hay cerca de un millón de fichas; Brasil, donde se estima que el 16 % de la población -unos 30 millones- juegan al fútbol; o Argentina con casi 3.000 futbolistas profesionales que juegan fuera de sus fronteras y 900.000 federados en su país.

Así pues, el director técnico Murua aplicó a su llegada a Aspire una filosofía similar a la que tenía en el Athletic de Bilbao, aceptar que trabajan con unas particularidades identitarias que les llevan a trabajar sobre “las necesidades” y no sobre “los deseos de la organización, de los entrenadores o de los futbolistas”.

Respecto al estilo de jugador que se encontraron, lo define como un futbolista “tardío” al que hay que saber esperar, porque “cuando se ha tenido esa paciencia, el número de jugadores que ha sabido responder ha sido alto”.

PRIMEROS ÉXITOS DE LA ASPIRE ACADEMY

En esta reciente edición del mundial de fútbol, a pesar de que el resultado no fue el esperado con cero victorias, 18 de los 26 componentes de la plantilla nacional son egresados de la academia, y el seleccionador catarí durante el torneo, el español Félix Sánchez Bas, también fue parte del instituto entre 2006 y 2013.

En 2019, esta generación de futbolistas consiguió su mayor éxito con la victoria en la Copa de Asia, tras vencer en la final a Japón por 3 goles a 1; algo que significó “un impulso para mirar con ilusión a jugadores nacionales que mostraron que podían ser referentes” para los más jóvenes.

En otras disciplinas, destaca por encima de todos un nombre, Mutaz Essa Barshim, el deportista más laureado de Catar con tres medallas olímpicas en la disciplina de salto de altura masculino (bronce en Londres 2012, plata en Río 2016 y oro en Tokyo 2020), a las que suma dos campeonatos mundiales al aire libre (2017 y 2019) y otro en pista cubierta (2014).

“Aspire es un reclamo no solo en el país, sino en el resto del mundo por sus instalaciones, los métodos de trabajo, etc. Se genera un clima de compartir ideas. Pero nosotros no nos podemos quedar en eso, nuestra parte es tratar de nutrir de contenido a este continente maravilloso”, añadió Murua sobre el potencial del proyecto. EFE

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